Fantasmas, espíritus, extraterrestres, animales fantásticos y una larga lista de fenómenos paranormales fascinan a la humanidad desde la antigüedad. Esa es una de las razones por las cuales el cine ha dedicado decenas de títulos inolvidables como “Poltergeist”, “El exorcista” o “Las nueve puertas” a recrear este tipo de experiencias que mucha gente considera reales, aunque la ciencia se niega oficialmente a reconocer su existencia.

La explicación más aceptada para este tipo de fenómenos la dio en 1981 el profesor de Psicología de la Universidad de York, James Alcock, quien sostuvo que un hecho paranormal es aquel que reúne las siguientes características: no ha sido explicado en términos de la ciencia actual; únicamente se puede explicar mediante una amplia revisión de los principios de base de la ciencia; y no es compatible con la norma de las percepciones, de las creencias y de las expectativas referentes a la realidad.

En América Latina son numerosos los casos que forman parte del acervo de distintos pueblos de la región. Con el paso de los años, las historias se enriquecen en detalles, aumenta el número de personas que dicen haber pasado por experiencias paranormales y aparecen estudiosos que se dedican a su divulgación. 

Uno de ellos es el argentino Alejandro Parra, presidente del Instituto de Psicología Paranormal Alipsi (VER ENTREVISTA), que se dedica desde 1993 al estudio científico de este tipo de fenómenos. Para ello Alipsi organiza regularmente conferencias públicas, seminarios especializados, congresos y cursos en diversos niveles de especialización, además de asistir a personas que deseen contactar a seres queridos ya fallecidos.

Parra explicó a tudiscovery.com que la parapsicología es la disciplina que procura comprender científicamente el fenómeno “psi”. “‘Psi’ es un inobservable, una entidad sugerida para explicar la mecánica de experiencias tales como la percepción extrasensorial (PES), la cual incluye la telepatía, la clarividencia, la precognición y la psicokinesis (PK), es decir, la influencia mental sobre la materia”, explicó. 

Esta disciplina también explora otras circunstancias no convencionales como “los estados alterados de conciencia (EAC), la sanación mental, los ‘poltergeists’, las apariciones, las experiencias cercanas a la muerte (ECM) y las extracorpóreas (EEC), la mediumnidad, y muchos otros fenómenos tradicionalmente ‘marginados’ del conocimiento científico”, apuntó Parra.