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Si bien el mundo, al menos en su aspecto superficial, se ha recompuesto luego de las dos guerras mundiales que lo azotaron durante el siglo pasado, en lo profundo, a donde la cosmética no llega, sus huellas y cicatrices siguen latentes. Muestra de esto son las conmovedoras fotografías de Jeff Gusky, quien retrató los túneles subterráneos utilizados en Francia durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Allí, donde se refugiaban civiles y militares de los bombardeos enemigos, quedaron grabados numerosos testimonios del horror y de sus encarnaciones cotidianas.
En las fotografías se pueden ver por ejemplo los más de 500 mensajes tallados por de la 26° división Yankee, perteneciente al Ejército de los Estados Unidos.
El trabajo se realizó en un complejo subterráneo de casi 40 hectáreas, compuesto por cientos de pequeños pasadizos conectados con salas de distinto tamaño en las que todavía se encuentran camas, bancos y mesas, además de equipamiento militar. También se puede ver la estremecedora capilla subterránea, que presenta un tallado de la figura de un soldado francés rezando. Se trata de un acercamiento único y conmovedor a la vida cotidiana bajo el terror, un testimonio impactante de los modos en que la vida logra organizarse en las condiciones más extremas.
FUENTE E IMÁGENES
InfoBae
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