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Grandes enigmas han nacido en torno a la Gran Esfinge de Guiza a lo largo de la historia. Este extraordinario monumento de 20 metros de alto y 57 de longitud, situado en la ribera occidental del Nilo, no cuenta con ninguna inscripción que permita identificar a su constructor. No se conoce cuántas personas trabajaron en su edificación ni el tiempo que les tomó, tampoco la apariencia que tenía su rostro original ni el motivo por el que perdió su nariz.
Una teoría, no propuesta por arqueólogos ni investigadores sino por un vidente estadounidense llamado Edgar Cayce, afirma que la creación de la Gran Esfinge de Guiza se remonta 15.000 años atrás y está estrechamente relacionada con la historia de la Atlántida. Una de sus visiones le permitió a Cayce asegurar que dentro de la monumental escultura existe una biblioteca que contiene valiosa información sobre el continente perdido, lo ocurrido allí en los tiempos de la edificación de la Esfinge, y las crónicas acerca de la destrucción del continente.
A pesar de que esta teoría no pudo ser jamás comprobada, sí se realizaron hallazgos que apuntan en su dirección. Por ejemplo, la Estela del Inventario, una lista de los monumentos de Guiza, hallada en 1850. Una de las múltiples interpretaciones de este controversial texto permitiría deducir que la Esfinge es mucho más antigua que Kefren y Keops, grandes faraones de la IV dinastía, contradiciendo lo propuesto por la egiptología oficial.
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