Durante más de tres décadas los campos de cultivos de todo el mundo han sido el escenario de un extraño fenómeno que ha desconcertado a la mismísima comunidad científica y que ha dado lugar a un sinnúmero de historias, noticias y libros. Estamos hablando de los círculos en los cultivos o círculos en las cosechas, que aparecen durante la noche en los campos de trigo, centeno y otros cereales. Pueden llegar a ser desde tres hasta varios cientos de metros de ancho, y pueden variar desde simples círculos de espirales complejos con anillos o bordes muy bien definidos. Tal vez la característica más llamativa de los círculos es la frecuencia con la que aparecen. Y en 1990, más de 700 círculos de la cosecha aparecieron en el Reino Unido.
Muchas personas creen que estas misteriosas formaciones son generadas por seres de origen extraterrestre, y esto es debido a que en el interior de estos círculos se han llegado a registrar mal funcionamiento de aparatos eléctricos y brújulas, por no decir que las figuras representadas solo pueden ser creadas con un conocimiento avanzado de astronomía y matemáticas. Otros han sugerido que podrían ser el resultado de experimentos militares de alto secreto generados por un haz de microondas de alta intensidad y disparado a distancia con la energía suficiente para vaporizar todo un campo de cultivo. No sabemos si se trata de mensajes o advertencias por seres de otros mundos, pero ahora otro misterioso círculo en los cultivos ha aparecido de la nada en Beckhampton, Reino Unido. Pero lo más sorprendente es que su forma es una esvástica, aunque en realidad podría representar el símbolo de paz de la India.
El nuevo circulo de los cultivos de Wiltshire
Según el portal de noticias británico Daily Mail, un gran círculo de la cosecha en forma de esvástica ha aparecido de la nada en un campo de Wiltshire, al sudoeste de Inglaterra. El símbolo, que ha sido formado en un gran campo de Beckhampton, es de aproximadamente 45 a 60 metros de ancho.
La formación es tan grande que se puede ver desde la carretera y ha sido creado en el campo de cultivo de un agricultor. Cuando el agricultor lo descubrió a la mañana siguiente, dijo que lo habían hecho sin su permiso. El investigador Hugh Newman, quien tomo las imágenes con un drone, explicó que en realidad era un símbolo hindú de la positividad, el verdadero significado de la antigua “Esvástica”, mucho antes de que fuera utilizada por los nazis como su logotipo.
“Corrí allí para verlo y me encontré con el agricultor y me permitió que entrara en el campo”, explicó Newman. “Sobrevolé con mi avión tripulado sobre el misterioso circulo. El gran problema de los círculos de las cosechas es cómo se cortaron, porque la gente no sabe cómo llegaron allí, y el agricultor tampoco lo sabía. Él no me dio mucha información, pero estaba muy preocupado por el símbolo en sí y de su connotación negativa.”
Hugh dijo que el símbolo antiguo es positivo y se puede ver en las estatuas de Buda que se remontan a miles de años, así como en templos y casas. La esvástica tiene una larga historia y fue utilizada por lo menos 5.000 años antes de que Hitler lo adoptara como un símbolo nazi. La diferencia se encuentra en que el antiguo símbolo tiene puntos en los espacios entre las líneas y con bordes redondeados en comparación con los ángulos obtusos usados en la bandera nazi.
“Es cierto que hay personas que se dedican a hacer círculos en los cultivos sin permiso y si la policía los coge pueden ser detenidos por ello”, dijo Newman. “Pero algunos de los círculos están cortados con una tecnología avanzada y difícil de hacer.”
Los escépticos creen que este nuevo círculo de las cosechas ha sido creado con cuerdas y tablones de madera, utilizados por personas para romper y doblar el cultivo. Pero esta no es la primera vez que aparece un círculo de los cultivos durante la noche en Wiltshire. El año pasado, hubo al menos tres casos más que se asemejaban a diseños astrológicos. Además, el Stonehenge se encuentra en el condado de Wiltshire, un intrincado círculo de piedras que se ha mantenido intacto durante miles de años. Es más, su propósito original aún no ha podido ser explicado por la ciencia.
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