Hay dos teorías. Una, que dice que no estamos solos en este universo y otra, que estamos solos en el universo. Las dos teorías son igualmente aterradoras. Entonces, ¿crees en los extraterrestres? La verdad es que es una pregunta muy complicada de responder. Alienígenas, extraterrestres, hombres del espacio, como quieras llamarlos han inundado la imaginación humana a lo largo de nuestra historia.
Ahora, incluso aquellos que no creen en los ovnis o extraterrestres, piensan que es casi imposible que no haya otra vida en el universo a parte de nosotros. Primero debemos darnos cuenta de lo grande que es el universo. Según los científicos, el diámetro observable del universo es de 28 mil millones de pársecs, unos 93 millones de años luz. Y hay que tener en cuenta que un solo año luz es poco más de 9 billones de kilómetros, un número ridículo en términos astronómicos.
Así que 9 billones de veces los 93 mil millones es justo lo que podemos observar. Astrónomos de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda, dijeron que 56 mil millones de planetas en el universo son observables y que un uno por ciento de estos pueda albergar cualquier otra forma de vida. Entonces no nos debería sorprender que civilizaciones parecidas a la nuestra puedan estar viviendo justo al lado de nosotros, en un planeta cercano. Esto es lo que creen los científicos del Instituto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI por sus siglas en inglés), quienes ahora están investigando una “señal fuerte” procedente de una estrella que se sabe que tiene al menos un planeta en su órbita, lo que ha llevado a considerar la posibilidad de que esta señal sea de origen inteligente.
Señal de origen inteligente
La estrella, llamada HD 164595, está a unos 95 años luz de la Tierra, y se encuentra en la constelación de Hércules. Y lo más sorprendente es que este exoplaneta (un planeta fuera de nuestro sistema solar) es probable que sea capaz de soportar vida. Además, los científicos creen que existe la posibilidad de que pueda haber más planetas orbitando alrededor de la estrella, incluyendo uno o más que puedan soportar vida extraterrestre. Y ahora han obtenido una señal procedente de la estrella, y para algunos expertos podría ser de origen inteligente.
La señal fue captada en 2015 por el radiotelescopio RATAN-600 propiedad de la Academia Rusa de Ciencias, en Zelenchukskaya (al norte de la cordillera del Cáucaso), pero un equipo internacional de investigadores decidió mantenerla en secreto hasta que el astrónomo Paul Glister decidió hacer la pública.
Según los astrónomos del SETI se trata de una señal muy interesante ya que no puede haberse generado de forma espontánea porque no tiene una frecuencia natural. En otras palabras, su potencia parece indicar que ha sido amplificada artificialmente. Para comprender la fuerza con la que ha sido amplificada, hay que entender la llamada Escala de Kardashov.
Según el método propuesto en 1964 por el astrofísico ruso Nikolái Kardashov, una hipotética civilización tecnológicamente los sufrientemente avanzada (Tipo I), aprovecharía y almacenaría la energía que le llega de su sol; una civilización Tipo II puede utilizar toda la energía de su Sol para su propio beneficio; la Tipo III es la civilización capaz de utilizar la energía de todas las estrellas en su galaxia. Huelga decir que la Tierra no aparece en la Escala de Kardashov. Para el astrónomo y escritor Alan Boyle si la señal procedente de Hércules es de origen inteligente, y tendría que venir de una civilización de la Escala de Kardashov.
“La señal se ajusta al perfil de una transmisión intencional de origen extraterrestre”, explicó Boyle al The Inquisitr News. “En cualquier caso, el punto luminoso es lo suficientemente interesante para los que se especializan en la búsqueda de inteligencia extraterrestre.”
En concreto, si la señal fuera transmitida directamente y deliberadamente hacia la Tierra, la cantidad de energía necesaria para que esto suceda significa que la civilización estará en la Escala de Kardashov. Si se emite al espacio hacia todas las direcciones, con ningún objetivo en concreto, entonces la civilización será del Tipo II. Pero no todos los científicos están de acuerdo de que se trate de una señal procedente de inteligencia extraterrestre, aunque han pedido que se investigue debidamente.
“Nadie está diciendo que sea obra de una civilización extraterrestre, pero es digna de estudio”, continuó explicando Boyle. “La señal es lo suficientemente provocativa para que los investigadores rusos estén monitoreando permanentemente este objetivo.”
Y, de hecho, el seguimiento permanente puede empezar más pronto que tarde. Astrónomos ya han dedicado telescopios matrices como el Allen Telescope Array (ATA) al norte de California y el Observatorio óptico SETI en Panamá. En cualquier caso, un equipo internacional de astrónomos y científicos debatirán el origen de la señal en la reunión del Comité Permanente de SETI durante el 67° congreso Internacional de Astronáutica (IAC) de Guadalajara (México), que tendrá lugar del 26 al 30 de septiembre.
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